El estilo construye el hogar
Puede que Shakira y Piqué ya no compartan los mismos gustos… pero mientras ellos desocupan su casa, nosotros podemos dedicar nuestro tiempo a encontrar el estilo y ambiente que más se acomode a la nuestra.
Este post no es un quiz, no voy a hacerte una serie de preguntas para que luego el algoritmo de internet decida cuál es el estilo que más se adapta a ti dependiendo de tus respuestas.
Pero sí puedo ayudarte a ver en qué consisten los estilos y cuál es la mejor forma de aplicarlos al hogar. Al final, puede que descubras cuál es tu estilo preferido y qué tipo de ambientación te gusta. ¿Te atreves?
Ambientación y estilo ¿En qué se diferencian?
Puede que parezcan lo mismo, y en cierto modo, uno no puede existir sin el otro. Pero estos dos conceptos tan importantes en la decoración son claves para encontrar el equilibrio en el hogar.
La ambientación está más ligada al concepto general de la decoración que no a un elemento específico como pueden ser los muebles, el color o la textura. La ambientación es el conjunto de elementos que junto a la distribución y la colocación de estos termina creando un entorno de determinadas sensaciones, emociones y personalidades.
Un ambiente cálido, frío, oscuro, espacioso, luminoso, triste, apagado, divertido y desenfadado son algunos ejemplos. La marca de muebles Ethnicraft consigue crear ambientes acogedores, mientras que la marca Bizzotto apuesta por ambientes elegantes.
Aunque un mismo ambiente esté compuesto de distintas sensaciones, siempre destaca un elemento que determina su ambientación final.
El estilo es un concepto más específico. Nos habla de las tendencias, del arte, del diseño y los rasgos de personalidad que desprenden el mobiliario o los accesorios. Es gracias a todos estos rasgos diferenciadores que consiguen crear una personalidad única y que es rápidamente reconocible.
Ambos conceptos dependen uno del otro, pues es gracias al estilo que podemos crear una ambientación u otra. Cada estilo se compone por un ambiente o conjunto de sensaciones, tanto visuales, físicas como de texturas muy distintas.
El estilo nos ayudará a definir el tipo de ambientación que queremos y viceversa. Si tenemos un ambiente pensado, solo debemos analizar los estilos para saber cuál encaja mejor con lo que queremos.
¡Veámos los distintos estilos!
Estilo clásico
¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando oímos la palabra "clásico"?
Elegancia y sofisticación son algunos de los sinónimos que describen lo "clásico". Eso quiere decir que un hogar de estilo clásico es aquel que desprende un ambiente distinguido e ilustre.
¿Pero sabes de dónde viene el estilo clásico? Este concepto significa "digno de imitación" y nace con las clases sociales más elitistas. Antiguamente solo las familias más ricas disfrutaban de hogares con mobiliario de estilo clásico, ostentando una calidad superior a la de las clases medias o bajas.
Hoy en día, este significado, aunque sigue siendo utilizado por una parte de la sociedad, ha perdido su valor más elitista para todos los demás. Aunque todavía conserva algunos de los valores con los que nació.
Una casa con un mobiliario de estilo clásico nos proporciona espacio y amplitud; muebles de diseños finos y estilizados; materiales de calidad y acabados neutros como pueden ser los colores claros como el blanco o colores oscuros como la elegancia del negro. En estos tiempos más modernos, cualquier color puede ser clásico siempre y cuando no sea muy vistoso o escandaloso.
Hay otra definición que ha sustituído a este concepto tan sofisticado. Pues un estilo clásico también puede significar "de toda la vida", muebles de diseños simples con la forma y funcionalidad básica también pueden ser considerados "clásicos". Dependerá del valor que cada uno quiera otorgarle a este estilo para que signifique una cosa o la otra, teniendo en cuenta que en ese caso, cada significado corresponderá a un ambiente distinto.
Sillas como la silla Bernades de la marca Vergéses un buen ejemplo de mueble de estilo clásico, con un diseño sofisticado y elegante. Mientras que el sofá de dos plazas Zebra mantiene un aspecto tradicional y simplista que también describe su estilo más clásico.
Estilo moderno y minimalista
El estilo moderno y el minimalista aunque puedan parecer dos estilos distintos - que lo son -, pueden fundirse en uno solo y utilizarse en conjunto aprovechando las mejores cualidades de ambos.
Empecemos por el moderno, un estilo donde las texturas, el diseño, el color y los materiales son clave para poder distinguirlo. Hoy en día, los muebles pueden mezclar materiales dispares, pero dependerá de sus formas, el diseño y la utilización de estos materiales para diferenciar los estilos.
Con el estilo moderno especialmente se puede jugar mucho más con los materiales y los diseños de cada pieza. Puedes utilizar un material tan natural y rústico como la madera maciza y fundirlo con el acero o el metal, creando un mueble moderno con toques tradicionales como la silla de comedor Santi.
Los muebles de estilo moderno suelen utilizar acabados coloridos. La diversión de colores y un poco la extravagancia en los diseños caracterizan al estilo y lo destacan de los demás.
Luego está el estilo minimalista, que dentro de que pueda requerir las mismas cualidades que el moderno, este además, se caracteriza por su simplismo. Diseños básicos y funcionales son clave para distinguir el estilo minimalista. Colores cromáticos o naturales son perfectos para su propósito; aprovechar el espacio del mueble y de la estancia al máximo, aportar luminosidad y ser lo más práctico posible en su diseño.
Estilo nórdico
¡Uno de los preferidos! El estilo nórdico desprende elegancia, practicidad y calidez. Como bien indica su nombre, proviene del norte de Europa, donde la simpleza y la funcionalidad son claves. Es el estilo escogido por muchos para llenar su hogar, ya que gracias a la calidad y proveniencia natural de sus materiales, hacen de cada mueble una pieza única.
El estilo nórdico se caracteriza por tener unos diseños más bien simples, anteponiendo siempre la funcionalidad del mueble. ¡Eso no quiere decir que no sean muebles visualmente agradables! Este es precisamente uno de los estilos que más fácilmente se adaptan a los gustos de todos.
De líneas rectas y formas suaves, el estilo escandinavo utiliza diseños que aporten espacio y luminosidad a cada estancia. La luz es muy importante en este estilo y debe desprender una sensación refrescante a la vista, es por eso que se suelen utilizar colores claros y suaves para sus acabados.
El material estrella del estilo nórido es la madera maciza, un material natural que nos lleva a los bosques de Noruega o Suecia. Es un material de mucha calidad y durabilidad, ideal para hogares en climas adversos.
Por último, cabe mencionar los distintos tejidos que pueden verse en muebles de estilo escabdinavo, como son la lana o la piel. La tumbona ajustable de Ethnicarft es un mueble que combina a la perfección la madera y el tejido.
Estilo rústico
¡El estilo hogareño por excelencia! Un hogar rústico debe desprender calidez, ser acogedor y tener muebles fabricados con madera. Es un estilo que nos lleva a los hogares de antaño, casas tradicionales, normalmente de campo y con mucha personalidad.
Rústico no quiere decir viejo. El estilo rústico aprovecha ese toque antiguo para crear muebles contemporáneos que conserven las tradiciones y la artesanía de hace siglos. Un look campestre total.
Si lo que buscas es tener un hogar acogedor, el típico hogar familiar donde reunirse todos juntos delante de la chimenea - sea real o falsa -, entonces este es tu estilo. La utilización de madera maciza, normalmente fabricada con procesos artesanales ayuda a que el mueble gane esa personalidad rural y muchas veces conserve las vetas e imperfecciones propias de la madera. ¡Estos sí que son muebles únicos!
El propósito del estilo rústico es conectar con la naturaleza y con las tradiciones más artesanas. La fabricación a mano y los materiales de origen natural caracterizan este estilo tan hogareño y acogedor.
Estilo vintage o industrial
Tal y como ocurre con los estilos moderno y minimalista, el estilo vintage se funde con el estilo industrial crean piezas y ambientes con un carisma insuperable.
El estilo vintage está cada vez más de moda. Es tendencia en muchos ámbitos, no solo en el mobiliario; mercados vintage, ropa vintage, electrodomésticos vintage y un sinfín de objetos que nos transportan a unas décadas atrás.
Un hogar vintage está compuesto por muebles con aspecto antiguo, de a partir de mediados del siglo XX, normalmente de los 60 o 80. Muebles del pasado a los que se le da una vida nueva creando su propio estilo. La gente más pro, consigue muebles reales en anticuarios o mercados de antigüedades, pero hoy en día los muebles de estilo vintage son fáciles de conseguir en cualquier sitio.
El estilo vintage se caracteriza por utilizar colores más bien oscuros, variande desde el negro, el gris y colores como el verde oscuro u otros que desprendan un tono serio, sereno y elegante.
Si todas estas características las entrelazamos con las del estilo industrial, conseguimos una ambientación con mucha personalidad. El estilo industrial tiene un look de construcción semi terminada, con paredes de ladrillos en el interior del hogar y muebles de diseños que nos recuerdan a obras o lugares de construcción. Utiliza materiales como el hierro, el acero o el hormigón, dándole un look oxidado y con desgaste a sus piezas.
Es un estilo que apuesta por el minimalismo, diseños finos y espacios abiertos. Es gracias a la simplicidad de sus muebles que permite llenar el hogar de una sensación espaciosa y de amplitud. Es un estilo muy visto en estudios y hogares de artistas.
Una buena utilización de ambos estilos dan lugar a un hogar único, espacioso y de carácter fuerte. Además, ambos se caracterizan por fabricar muebles de gran almacenaje y compartimentos que permiten una mayor organización.