En el mundo de la decoración, el estilo oriental destaca por su serenidad, equilibrio y elegancia atemporal. Con sus influencias zen y su atención a la armonía, es una excelente manera de transformar tu hogar en un refugio de paz.
Si bien es cierto que cada país en Asia cuenta con sus propias maneras de entender la decoración del hogar, la mayoría comparten unos rasgos muy característicos que le dan ese ambiente oriental al lugar.
Hoy vamos a ver algunas de las características más destacadas de la decoración y estilismo de interiores del continente asiático para que puedas aplicarlo en tu hogar.
Equilibrio y minimalismo
El principio fundamental del diseño oriental es el equilibrio, inspirado en las filosofías budistas y taoístas. Para lograrlo en tu hogar, debes buscar muebles simétricos, armonizando formas y tamaños.
La disposición de elementos decorativos debe ser cuidadosa, evitando la saturación y favoreciendo la calma visual.
Opta por muebles simples y funcionales que fluyan con líneas limpias. Es esencial eliminar el desorden y mantener solo lo esencial. Como bien sabe Marie Kondo, el minimalismo no solo mejora la estética, sino que también promueve la tranquilidad mental.
La importancia del color
La paleta de colores orientales se centra en tonos naturales y suaves, como el blanco, beige, gris y verde. Estos colores reflejan la conexión con la naturaleza y crean una sensación de paz.
Puedes introducir pequeños toques de color más vibrantes, como verdes suaves, azules serenos o tonalidades tierra, para dar vida a tu espacio sin abrumar la serenidad general.
Para lograr ese ambiente oriental tan característico, debes incorporar elementos naturales como la madera, la piedra y las plantas en la decoración. Los muebles de madera sin tratar, las piedras pulidas y las plantas de interior añaden textura y equilibran la energía del espacio.
¡Los jardines de interior, con pequeños bonsáis o fuentes zen, pueden ser la pieza central perfecta!
Iluminación suave y sutil
La iluminación desempeña un papel crucial en la estética oriental. Se prefiere la luz cálida en lugar de la luz fría. Las bombillas con tonos amarillos o ámbar son comunes, ya que crean una atmósfera acogedora y relajante. Además, la luz cálida se asocia a menudo con la calidez y la hospitalidad en la cultura oriental.
Las lámparas y luminarias suelen ser elegantes y a menudo tienen elementos decorativos que reflejan la estética oriental. Pantallas de papel, linternas de seda y lámparas con detalles artísticos son opciones populares.
Muchas veces se utilizan elementos como pantallas, cortinas y materiales translúcidos para difuminar la luz de manera que no sea demasiado intensa ni directa. Esto ayuda a crear sombras suaves y agradable iluminación ambiental.
Las luces suaves y difusas crean una atmósfera relajante mientras que las lámparas de papel, las linternas japonesas o las velas pueden agregar un toque íntimo y acogedor a cualquier habitación.
Textiles de alto confort
En la decoración oriental, los textiles juegan un papel crucial para crear un ambiente acogedor y cómodo. Estos textiles suelen tener características específicas que los distinguen y los hacen ideales para este estilo decorativo.
Los textiles orientales a menudo están hechos de materiales naturales como el algodón, la seda y el lino. Estos materiales no solo son suaves al tacto, sino que también aportan una sensación de frescura y ligereza a la decoración.
A menudo presentan texturas sutiles, como patrones de tejido jacquard, bordados o detalles en relieve. Estas texturas añaden interés visual y táctil a los textiles, proporcionando una sensación de lujo y cuidado en los detalles.
Las alfombras suaves y los cojines mullidos son esenciales para crear una sensación de comodidad. Los cojines suelen ser abundantes y están dispuestos de manera informal para crear un espacio cómodo y relajado. Las alfombras suelen ser de texturas suaves y colores apagados, añadiendo calidez al suelo.
Por último, no hay que olvidar que en la decoración oriental, es común utilizar futones y almohadones bajos para asientos. Estos elementos añaden un toque de informalidad y promueven la relajación.
Mobiliario bajo y materiales naturales
Los muebles orientales suelen reflejar la filosofía y la estética de culturas como la china, japonesa o coreana. Cada una cuenta con sus matices y detalles característicos que narran su historia y cultura.
En algunos países asiáticos, especialmente en los Tres Grandes Dragones de Asia, se suele pasar mucho tiempo en el suelo, ya sea para comer, estudiar o dormir. Es por eso que muchos muebles orientales, especialmente en el estilo japonés, son bajos al suelo. Esto refleja la conexión con la naturaleza y la importancia de la armonía con el entorno.
Las mesas bajas de tipo mesa de centro son frecuentes en la decoración oriental. Pueden ser mesas de té o mesas de comedor bajas, a menudo rodeadas de cojines para sentarse cómodamente. Los armarios y cómodas suelen tener un diseño elegante y funcional. A veces incorporan elementos como herrajes de latón y motivos geométricos.
Si hablamos de los materiales con que están hechos la mayoría de estos muebles, la madera es un elemento fundamental. Los muebles a menudo muestran la belleza natural de la madera con acabados lacados o aceitados que realzan las vetas.
Se prefieren maderas de calidad, como el bambú, el roble, el cerezo o el nogal. Además, los muebles pueden presentar detalles tallados o grabados con motivos tradicionales, como dragones, flores de loto, o caracteres chinos o japoneses.
Al acercar el estilo oriental a la decoración de tu hogar, estás invitando a la tranquilidad y la elegancia a tu vida diaria. Experimenta con estos consejos y crea un espacio que refleje la esencia atemporal de la estética oriental.